al hotel donde estaban bajados y allí nos atendió muy bien Juan Manuel, quien nos invitó a la caseta y luego los invitamos a nuestra casa e hicimos una buena parranda. En ese mismo tiempo llegó el binomio de oro, con Chema Corrales hicimos lo mismo y eso en nuestra casa fue whisky corrió y el asador encendido con carnes todo el tiempo.
Historias de mi libre Albedrio
martes, 27 de abril de 2021
EL ANGEL Y UN CATOLICO APOSTOLICO Y ROMANO
al hotel donde estaban bajados y allí nos atendió muy bien Juan Manuel, quien nos invitó a la caseta y luego los invitamos a nuestra casa e hicimos una buena parranda. En ese mismo tiempo llegó el binomio de oro, con Chema Corrales hicimos lo mismo y eso en nuestra casa fue whisky corrió y el asador encendido con carnes todo el tiempo.
lunes, 26 de abril de 2021
PELECAR
Recuerdo que un tiempo muy corto vivímos en el barrio Kennedy de Bogotá, cerca a la plaza de banderas. En la esquina, al girar a la derecha se encontraba la escuela Casablanca donde estudié muy poco tiempo. Alcanzo a recordar que a veces nos ponian clases en un televisor porque el gobierno tenía un plan escolar así.. no sé muy bien; pero si se que ese fue el año de los juegos panamericanos que se hicieron "Desde Pereira, capital de Risaralda" aunque no es así, a mi se me metió la idea que de allí fue donde salió el dicho de "no vas a llegar a ningún Pereira", (aunque no es por eso).
Al llegar a la esquina había una casa que tenía un jardín alto con pasto y una de las paredes pasaba corriente, como era tenue, a veces los muchachos nos íbamos a jugar haciendo una cadena para que nos transmitieramos la corriente entre nosotros...
También recuerdo que mi papá una vez llegó diciendo que las monedas de cinco centavos eran tres veces más valiosas que el valor real que tenían, porque estaban hechas de un material caro, pero no todas, sino las más viejas y se podía distinguir porque su borde era más brillante que los otros. A mi se me ocurrió, que si era así, yo debería ahorrar esas monedas porque eran muy valiosas, así que como no tenía alcancía, pedí regalada en la tienda una cajita de madera en donde venían los bocadillos veleños, que eran de palito, como un guacal en miniatura. Medio le pegué con clavitos varias maderitas más y la recubrí con un pedazo de cartulina blanca para que quedara sellada. Me gasté toda la cinta pegante que había en la casa, luego le abrí con un cuchillo una ranura y he ahí mi primera alcancía, tan segura como el banco de la República en Valledupar.
Desde entonces cada vez que me mandaban a la tienda y quedaban vueltos, yo le pedía al señor Transito que me cambiara las monedas de 10 y de 20 por monedas de 5 centavos, y él se asomaba entre medio de las genovas santafereñas que estaban guindadas junto al salchichon cercevero y que me producian una fea sensación con solo verlas, y me entregaba mis moneidtas de 5 gustosamente; yo escogía las que tenían el borde brillante y las guardaba en la alcancía, las de borde opaco se las entregaba a mi mamá que siempre me decía que ese señor no daba los vueltos completo.
Desde entonces y hasta hoy en día mi hermano Jaime, me dice Diez Por Ciento.
Supongo que no ahorré mucho, pero la alcancía empezaba a mostrar signos de deterioro y debí cambiarla, así que construí otra alcancía, esta vez con un pote de Cal C Tose el cual junto al minevitan y la emulsión de Scott, nos obligaban tomar a todos. La tapa no era facil de abrir, así que era perfecta; le abrí su respectivo hueco con un cuchillo y ahi estaba la nueva "caja fuerte". La "alcancía" no se terminó de llenar porque por alguna razón desconocida me relevaron del cargo de mandadero al de limpiador de adornos de la sala.
Abrí la alcancia y tenía 3 pesos con 30 centavos, aunque en ese entonces no me sabía las tablas de multiplicar (y creo que ya no me las voy a aprender) hipotéticamente yo era el flamante propietario de 10 pesos con 90 centavos; ahora solo me tocaba cambiarlos.... la pregunta era ¿Quien me los va a cambiar? Esa parte no se la escuché a mi papá; pero usé la lógica ¿Quien me cambiaba normalmente las monedas? ¡Don Transito, el de la tienda! Así que fui a la tienda a pedir que por favor me cambiara las monedas brillantes de 5 centavos por un billete de 10 pesos. El hombre no dijo nada, solo me dio 3 billetes y 3 monedas; yo ni siquiera conté, feliz, agarré mis billetes y monedas y me fui para la casa, donde me di cuenta que eran 3 billetes de un peso, una moneda de 20 y una moneda de 10 centavos, para un total de 3 pesos con 30 centavos.
Bueno pero de lo que en realidad quería escribir era de la electricidad y de aquel juego de niños que inconscientemente exponiamos nuestras vidas al tocar esa pared que transmitía electricidad;
evidentemente por algún corto que había en su interior y que también ponía en peligro la vida de sus ocupantes, los cuales nunca conocí.
Ese episodio me llegó a la mente hace 2 dias cuando leí una noticia en Facebook de un hombre que murió electrocutado en Valledupar.
La noticia en medio de tanto dolor, llegó en el momento en que había decidido no escribir mas en mi blog acerca de muertes, ya que sentí que estaba haciéndole homenaje a la parca, y ese día, aunque quería escribir acerca de mi amiga Ruth Beradinelli que acababa de fallecer por causa del virus, me abstuve y fue como director de la Fundación Decuplum, que se emitió un comunicado expresando nuestro dolor. Y tampoco quise hacer referencia en ese momento a la señora Mercedes Herazo, cabeza visible de una familia muy querida por toda mi familia.
Pero la noticia del electrocutado cambió, de ser una noticia más, a ser algo que me afectó cuando leí que además cayó de un poste en la calle 13B entre carreras 8 y 9 del barrio obrero.
Busqué la dirección en Google Maps y sorpresa que el poste de donde cayó el hombre estaba al frente de la casa de mi amigo William Daza, a quien se le había muerto su papá dos dias antes.
Me llamó la atención como todo se encadena y me di cuenta que la foto del electrocutado era de un conocido y enseguida recordé...
Llegaba yo de la Guajira en un Renault 6 blanco que fue mi primer carro; era una tarde como a las 5 pm y caía un aguacero torrencial.
Alcancé a entrar a valledupar y al llegar a la carrera 12 con calle 17, el carro se me apagó y no prendía; no sabia que hacer. Estuve allí un rato y de repente apareció un desconocido mojandose y me hacía señas a través del vidrio que levantará el capot del carro. No entedí bien y él se acercó a la ventanilla, bajé el vidrio y me dijo "Abra el capot", Y así lo hice. Metió su cabeza al baúl del motor y casi en seguida lo cerró. Se acercó nuevamente a la ventanilla y dijo "prendalo"; giré la llavé y el carro prendió inmediatemente.
El tipo se sonrió; le pregunté que cuanto le daba por eso y el respondió "nada, deje así"; le insistí y el insistió en que no.
Le dije "dime tu nombre, para por lo menos darle gracias a Dios por ti" "Me llamo Pelecar".
Me pareció un nombre extraño y lo es, un nombre propio de un ángel, como lo fue en ese momento Y siempre lo recordé como un ángel que llegó en el momento oportuno.
Años despues, un dia de elecciones, yo fui a votar al colegio loperena por un amigo que se habia lanzado al concejo y cuando iba a marcar su foto y nombre, vi la foto de Pelecar Manrique. No pude votar por el amigo al que quería ayudar, pues tenía una deuda con este hombre y con lo único que podía agradecerle era con mi voto. Estuve pendiente de los resultados y mi voto por PELECAR fue uno de los muy pocos que alcanzó a tener.
Descansa en paz Pelecar... necesitamos mas gente como tu, mas gente dada a servir al prójimo. Paz a sus familiares.
jueves, 22 de abril de 2021
MI TIA REYES
Dentro de muy poco será posible escuchar música sin tener en los oídos unos audífonos; que por cierto hoy en día son muy modernos, inalámbricos, casi imperceptibles, pero lo suficientemente visibles para poder demostrar que se tienen, cosa que le gusta mucho a un tipo de personaje muy común en la costa al cual se le denomina "espantajopo".
Los audífonos han evolucionado, ahora son
ergonómicos y no permiten que el sonido se difumine, bueno no todos, porque
esos que dan en los buses de brasilia parecen tener el tamaño de una moneda de
200 pesos y hasta duele tenerlos puestos.
Cuando salieron los IPODS junto al formato mp3,
aparecieron con ellos unos muy buenos audífonos, ya más personales, diferentes
a los que venían con el flamante discman, que se usaba para escuchar Cds; el
cual le quitó el trono al walkman, que era para oír los cassettes, estos y
aquellos usaban audífonos que eran de diadema y con una esponjita, pero eran
totalmente visibles y más cuando eran de color naranja (supongo que el color
era para que fueran más visibles, o sea tipo "espantajopo").
Pero no todo el mundo tuvo ipods discman o walkman,
así que nos tocaba a punta de radiola y si tenías audífonos, eran como unos
cascarones de coco, grandes los condenaos', como esos que se usan en los
estudios de grabación, pero sin esponjas ni na'. Bueno yo tenía de esos.
Hablo de los audífonos porque me quedó la costumbre
de sintonizar una emisora para escuchar música de noche cuando no podía dormir
y esta mañana me desperté estresado porque sentía incomodidad con lo que estaba
escuchando, que supongo era una arenga de alguien en el noticiero que gritaba
queriendo hacerse oír.
Fue muy diferente a cuando desperté una madrugada
en Barranquilla en la casa de mi tía Reyes.
Estaba durmiendo en el cuarto de los primos, donde
había un equipo de sonido y como nunca he podido dormir bien en casa ajena, esa
noche conecté los "audifonones" esos, que obligaban a dormir boca
arriba o hacerle un cráter a la almohada para que entrara uno de los cascos.
La música empezó a sonar y a relajarme y me dormí,
pero como a las 3 de la mañana desperté llorando con un gran sentimiento.
Una melodía hermosa, suave, delicada, diferente me
despertó con una sensación de nostalgia y cariño hacia algo que no podía
entender y hacia qué las lágrimas fluyeran. ¿Eran los strings, el piano, la
voz?, no se, pero esa canción, que jamás había oído me cautivó y me concentré
en escucharla: "... abrígate, te sienta bien ese vestido gris. Y déjame
que vaya preparando tu equipaje. Perdóname si te hago esta pregunta: ¿y quién
es él? ¿En qué lugar se enamoró de ti? ¿De dónde es? ¿A qué dedica el tiempo libre?..
la escuché toda y me incorporé como para compartir con mis primos esa melodía,
pero ellos no tenían ningún problema para dormir.
Un tiempo después supe que el cantautor era José
Luis Perales y fue una canción para su hija que se iba a casar.
Todo esto lo traigo a colación porque ayer día de
mi cumpleaños; me sentí como si hubiera ocupado el lugar que dejó vacío el
príncipe Felipe.
Recibí muchas atenciones, felicitaciones, mensajes
y llamadas, pero dos en especial me causaron gran emoción. La primera fue la de
mi mamá, quien junto a mi hermana Carmen Clara me cantaron el cumple años de
Ponqué Ramo al mejor estilo de Tola y Maruja y me reí bastante con ellas
comenzando con alegría mi cumpleaños.
La segunda fue la llamada de mi tía Reyes, que me
produjo una profunda y extraña emoción.
Cuando contesté me cantaron dos voces el cumpleaños
feliz y luego me preguntan, ¿Sabes quién es? Y como siempre el Sherlock que
llevo dentro sacó conclusiones y por la voz, el código del país y de área,
deduje que era mi prima Nhora Lara, quien nunca me había llamado para un
cumpleaños.
Cuando escuché la voz de mi tía Reyes una emoción
me embargó, como esa que sentí en Barranquilla esa madrugada. Era muy suave,
dulce y la sentí como siempre la he sentido, llena de bondad. Confieso que
hacía años no había llorado como lloré de la emoción al escuchar a mi tía.
Reyes es más bien un apodo que le pusieron a la
mayor de mis tías, quien se llama Leonor y nació un 6 de enero. Sus fotos muestran
una gran belleza en su juventud, característica propia de las hermanas Baute
Lora.
Salió muy joven del seno de su hogar detrás de un
cachaco, como el que se llevó a la nieta de Juana Arias que era "nariz
parada, patillalero".
Mi tía Reyes ha conservado por 91 años un carácter
suave. Es más bien callada y cuando le habla a uno es asertiva y cuida de no
lastimar con sus palabras.
Vivió muchos años con su familia en Manaure -
Cesar, en una casa que aunque pocas veces visité, me fascinaba llegar porque el
patio era como un bosque con animalitos extraños en ese momento para mi, con
gallinas y por donde pasaba una pequeña acequia que le daba vida a árboles de
guayaba, naranja y granadilla.
Para mí era un sitio lleno de misterios y con
espacios casi vedados, donde estaba una "catapila" pero no de las que
mencionó Ana del Castillo (porque ella se refería más bien a una
motoniveladora) esta era en realidad un bulldozer abandonado al cual no se le
permitía a nadie acercarse.
Las mañanitas en la casa de tía Reyes en Manaure
eran bonitas, como bonitas son cada una de sus 8 hijas, que eran como
florecitas que adornaban esa calle empinada del pueblo.
El patio llegaba hasta la otra calle y allí se
alcanzaba a ver la iglesia y una especie de sabana que hoy en día es una plaza
muy bonita.
Si bien tengo unos primos y primas muy queridos,
los hijos de mi tia Reyes fueron de lejos con los que más tuve contacto y
creamos fuertes lazos familiares y de amistad ya que aún en la adolescencia
fuimos compañeros de varias pilatunas.
Lloré escuchando a mi tía y no podía contenerme por
más que quisiera. Trataba de encontrar una razón de tal emoción y encontré que
ella es una muestra en estos momentos tan difíciles, de que se puede encontrar
paz en medio de la tormenta y que la resiliencia es la única forma de enfrentar
los tiempos malos.
Mi tía Reyes me recordó lo bello de cuando éramos
felices y no lo sabíamos y sus palabras fueron como esa música que escuché en
su casa en los años 80.
domingo, 18 de abril de 2021
LEFTORIUM
Los Simpsons ha sido una serie televisiva que tuvo y creo que aún tiene mucho éxito porque logró que el televidente se pudiera ver a sí mismo como es, aunque por dentro todos y cada uno de los que los vemos pensamos que "así es fulano de tal" cuando en realidad es uno mismo. Algo así como quienes leen la Biblia y siempre encuentran el versículo apropiado en contra de alguien que le cae mal, sin pensar que en realidad ese verso es para él o ella y por eso lo encontró.
viernes, 2 de abril de 2021
EL BASTION
Me gustan estos días de asueto en fechas especiales, porque se me activan los recuerdos.
jueves, 1 de abril de 2021
SEMANA SANTA
Estos días de semana santa, definitivamente han sido muy diferentes a todos los vividos antes del 2020. No hay procesiones, no se ha escenificado en los pueblos la crucifixión de Jesús, el cine Cesar no volvió a pasar las películas de terror y diabólicas, que solía proyectar los días santos y especialmente durante una de las procesiones, que… perdónenme los católicos, católicos, nunca supe bien como era la cosa, pero que eran muy buenas para encontrarse toda la noche con la muchachas que a uno le gustaban (bueno yo no hacia eso, eso lo hacían mis amigos, yo solo veía juicioso y caminaba la procesión…. Si, señor!).
lunes, 29 de marzo de 2021
EL HOTEL EUPARI
Cuando iniciamos EVAFE en 2016 pensé en un hotel donde alojar a las invitadas. Y para mi no podía ser otro que el Hotel EUPARI. Y la razón no es porque tenga las mejores instalaciones o porque ofrezca, servicios adicionales, piscina, bares, boutique etc... nada de eso tiene, es que ni ascensor; pero tiene algo que llevo en el alma: en donde está construido ese hotel, ahí estaba construida una vieja casona con un portón de casi 4 metros donde viví un tiempo inolvidable.